Paco y Celia llevan unos cuatro días aquí, pero ya antes de venir me avisaron de que la fiesta de hoy no nos la podíamos perder. "Por supuesto que no", les respondía siempre. Y es que hoy es el Christopher Street Day, o lo que viene a ser el Día Internacional del Orgullo Gay, el cuál en Berlin también se celebra por todo lo alto. Una vez los bocadillos y las cervezas en la mochila, nos acercamos al punto de encuentro donde se supone que los demás debían de estar esperando. Una vez nos encontramos todos, y después de algunas decenas de minutos andando con una orientación casi nula mientras nos guiábamos por el ruido del desfile, encontramos nuestro sitio. A los pies de la mismísima Diosa de la Victoria montamos el campamento base. Cientos de jóvenes y no tan jóvenes tirados en el césped de aquella redonda aguardaban la llegada del desfile para, una vez allí, acompañarlo hasta su destino: la Puerta de Brandenburgo. La cabeza del desfile acaba de alcanzarnos. Abriendo