Tener un estante gigante en el supermercado dedicado solamente a cervezas "manjar", está bien. Que las cervezas sean de medio litro la mayoría, está bastante bien. Que te devuelvan pasta por devolver los "cascos", mola. Ver a la gente cómo se las lleva en cajas como si fueran mandarinas, motiva bastante. Pero que las saques a la ventana y ellas mismas se pongan en su punto óptimo de maduración, sin necesidad de preocuparse por nada más, no tiene precio. Vamos, y os voy a recordar poco este verano cuando llegue a la playa las cervezacas que hay aquí y lo frescas que me las tomaba.