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Nos vemos en el Puerto

¡¡Que alegría da ver a gente del Puerto por aquí, pijo!! exclamaba Marcos "el Chorros" al cruzarnos con él, Pedro "el Negro" y Andrés "el Tripas". ¿A que se ven raros los apodos cuando los estás leyendo? A mí me ha pasado. A lo que vamos. La cosa es que uno de los destinos de su periplo por Europa resultó ser Berlín. ¡Prohibido perdérselo, por supuesto! Y cómo no, el orgullo lumbrerense nos impedía no quedar al menos para tomar una cerveza y mantener un rato de agradable conversa, aunque hubiera que remover cielo y tierra. Un par de llamadas fueron suficientes para fijar un punto de encuentro en el que poder coincidir con ellos, y también con mi hermano Eze y mi cuñi-2, que estaban danzando por allí quemando sus últimos cartuchos de aventura turística en la ciudad. Mientras nos tomamos los refrigerios me comenta Pedro que ellos también tenían la idea de hacer un blog o algo parecido para contar sus aventuras, y que así la gente los fuera siguiendo. Sin

Un finde en Hamburgo: por la noche

(viene de Un finde en Hamburgo: por el día ) Hamburgo por la noche cambia bastante. Podríamos decir que es otra de esas ciudades que se parecen bastante poco al resto de Alemania, y es que hay movimiento y jarana por doquier, pero ya iremos a eso. Vamos a empezar por la iluminación de la ciudad. Como podéis apreciar en las fotos, Hamburgo es una ciudad bastante bien iluminada. Por una parte tenemos la zona del puerto. Desde el metro se puede apreciar un puerto inmenso repleto de grúas que parecen incansables incluso de noche. Todos los muelles, instalaciones, grúas e incluso algunos barcos permanecen iluminados indicando actividad en uno de los puertos más importantes de Europa. Por otra parte tenemos el centro de la ciudad, mucho más fácil de distinguir que en Berlin. Aquí sí se puede distinguir esa madeja de edificios gigantones e iluminados que delimitan el centro de casi cualquier urbe. Después de ducharnos en el hostal y cenar un par de pizzas, continuamos nuestro viaje en

La reina del tour y cía.

Ha sido muy agradable visitar esta ciudad. Me ha gustado mucho y ha resultado sobrecogedor el pensar lo reciente de la historia tan brutal que han vivido los berlineses, ya que se puede observar que la ciudad se sigue recuperando. Lo que más me ha llamado la atención ha sido que por primera vez me he sentido cómoda en una gran ciudad, ya que parece que se vive con menos estrés con respecto a otras grandes ciudades en las que he estado. Para mí, dos son los principales motivos. Por un lado el que se vean menos coches circulando, como consecuencia de lo mucho que se utiliza la bicicleta, y por supuesto por lo bien que funciona el transporte público, donde también se permite subir las bicis. Otra razón es que la ciudad tenga tantas zonas verdes y los berlineses las utilicen a tope. Es muy frecuente ver a la gente tumbada en el césped tomando el sol, de picnic, o bañándose en las fuentes. También resulta muy chocante ver las playas que se montan el cualquier sitio, lo que me recuerd

Un finde en Hamburgo: por el día

Hace algunas semanas, bastantes ya, fuimos a Hamburgo. Paco, Andreana, Manuela --sí, son italianas-- y yo nos montamos en un tren regional a las 7 de la mañana rumbo a esta ciudad, que se encuentra al oeste de Berlin, y un poquito más al norte ( ver ). Viajar en los trenes regionales es un auténtico aperreo, porque se paran en muchos sitios, y tardas en llegar la vida. Eso sí, son mejores que nuestros cercanías, y encima hay un billete que se llama "schönes Wochenende" --que viene a decir algo como "fin de semana agradable"-- y que por 40 euros pueden viajar hasta cinco personas todo lo que quieran durante ese día, y en esos trenes. Una vez que llegamos, nos pusimos a recorrerla guía en mano. Hamburgo tiene cantidad de edificios históricos de estos puntiagudos de estilo centroeuropeo que tanto nos gustan. ¿Iglesias? Por un tubo. ¡¡La virgen!! --nunca mejor dicho--. Yo no sé si es que esta gente se tiraba todo el día rezando, o tenían subvención, o un Plan-E de i

Corriendo junto a estatuas

Tengo casa nueva. Y me encanta. No es demasiado grande pero es suficiente para mí, y para mis  visitas. Pero lo que más me gusta de todo no es la casa en sí. Por ejemplo, está cerca del trabajo, a unos 10 minutos en bici, y por un camino paralelo a la orilla del río. Insuperable. Está situada a menos de 5 minutos de la parada de metro, en un barrio con tiendas de primera necesidad, bares, sitios para comer, y hasta un mercadillo semanal. Y lo que aquí vengo a contaros: viene con castillo y jardines para irse a correr, de serie. Bueno, más bien viene a ser un palacio. Para situarnos, os estoy hablando del Schloss Charlottemburg ( ver ), o traduciendo, el Castillo de Charlotemburgo. Algo de historia rápida: se empezó a construir en 1695, y estaba destinado a ser la residencia de verano de Sofía Carlota de Hanover, la esposa de Federico. Federico la espichó antes de tiempo, por eso el castillo pasó a llamarse Charlottenburg Liezenburg en su honor. El castillo fue modificado en los sigu

Lo que más rabia da

Con tu suegro no hables ni de política, ni de fútbol, ni de religión. Sabio dicho que te ahorarrá varios disgustos en sobremesas dominicales de arroz, buen postre y café. Sabio dicho que te los ahorrará incluso en situaciones en las que ambos os encontréis en el mismo bando. Por experiencia familiar puedo dar fé de que al final la cosa siempre acaba en discusión, aunque uno de ellos se empeñara siempre en decirme, cuando era pequeño, que él no era ni del PSOE ni del Madrid -- un beso, fetéles. Y sabio dicho que se puede aplicar en innumerables ocasiones, como ésta, donde opinar de política no me traería otra cosa que "disjustos". Así que no vengo a hablar de política. Vengo a hablar de que el otro día estuvimos en la manifestación del 21M en Berlin para apoyar, de cierta manera, a los que están allí en España dando el callo. Llevamos ya unas semanas en las que la política es tema candente entre los españoles. Quedas con alguno de tus amigos o amigas a tomar algo y las conv

La voluntad

El otro día fui a un bar que me encantó. Buen ambiente, buena gente, cómodos sillones, algo de comida, y mucho vino. Se llama Weinerei Forum ( http://www.weinerei.com/forum.html ), y lo podemos encontrar cerca de la parada U Rosenthaler Platz ( ver ). Se trata de una vinería. Aquí puedes probar multitud de vinos (tintos, rosados, blancos, dulces, etc.), además de degustar algo de comida para no perecer en el intento. La comida suele ser básica -- por lo menos cuando yo fui. Algo de pasta, ensalada, quiche , y si tienes suerte algo de dulzaina para terminar. El ambiente es muy bueno: multitud de gente joven y no tan joven se distribuyen por mesas, sillas, taburetes y sillones, cada uno de su padre y de su madre, lo que le da al bar ese toque característico muy común en los bares de Berlín. Es el típico bar de "nos pegamos hostias al entrar para pillar el sofá", merecerá la pena. También es otro de esos bares difíciles de encontrar en España, por la simple razón de que en nu