El mercadillo en el parque de Mauerpark es uno de los Flohmark -- mercadillo de segunda mano -- más famosos de Berlin, sobre todo entre los jóvenes. Nada más llegar empiezas a ver riadas de gente hacia el mismo sitio, así que no es muy difícil encontrarlo, sólo hay que seguirlos.
Conforme vas entrando en el parque -- y sobre todo si hace buen tiempo -- puedes ver cómo la gente se tira en plan lagarto a tomar el sol por toda una ladera que discurre por todo el lateral del parque. En la parte de arriba hay unos columpios gigantes que algún día tengo que probar: subirse y encanarse al máximo para llegar cuanto más alto posible. Esa es la cuestión.
Lo mejor de todo es que conforme te vas dando una vuelta por el parque, te vas encontrando con un montón de grupos de música, bandas de percusión, raperos, artistas de todo tipo, etc. Para mí es lo mejor del parque. Puedes escuchar música de calidad sin pagar un chavo -- si nunca les echas monedas, como yo --, a la vez que ellos se dan publicidad, venden algún disquillo, y se dan a conocer. Tengo que empezar a no ser tan gorrón y comprarle algún disco a alguien, que hay algunos grupos realmente muy buenos.
Una vez entras en el mercadillo, puedes encontrar miles de cosas. Desde una colección inmensa de discos de vinilo, los cuales puedes comprar desde dos euros, hasta la mayor tontería que se te pueda pasar por la cabeza. Este finde le decía a mi hermano y a Gema que intentaran hacer el "top ten" de las mayores mierdas del mercadillo. Imposible, siempre encuentras algo peor que lo anterior.
En el mercadillo también se puede comer. Puedes encontrar casi de cualquier cosa: salchichacas -- por supuesto --, kebaps, sopas, comida vegetariana, pasteles árabes, filetes de carne, etc. y todo tipo de bebidas y cócteles. También hay una zona habilitada para que puedas comer sentado con lo que te hayas comprado por cualquier puesto, y descanses un poquico.
Pero sin duda, la mayor atracción es el karaoke. Un día a un colgado y dicharachero personajillo -- muy espabilado y con mucha labia, por cierto -- se le ocurrió llevarse un par de altavoces, un par de sombrillas y un ordenador, y montarse un tambanillo de karaoke en Mauerpark. La cosa fue mejorando hasta convertirse en lo que podéis ver en las fotos.
Creo que podéis apreciar la cantidad de gente que va a ver el karaoke. Mirad en qué se ha convertido el chiringuito. La verdad es que te lo pasas de lujo, porque son muchos los que bajan ahí y se atreven a cantar. Hay algunos que son unos muermos, o que cantan como el culo, pero otros mueven a la gente, que es cuando más mola. El que consigue camelarse al público puede hacer que todo el mundo cante, o que le aplaudan los gallos, o simplemente que te ayuden si ven que la canción se está poniendo complicadilla. Luego, los comentarios del speaker son también bastante buenos -- eso sí, en inglés --, ya que no se corta mucho al decirle a la cara a los cantantes, por ejemplo, que no tienen ni papa de cantar. Sin duda alguna, echas un buen rato y bastantes risas.
¿Y el negocio? El tío pasa el bote cada dos o tres canciones, así que a euro por cabeza más o menos, echadle cuentas.
Conforme vas entrando en el parque -- y sobre todo si hace buen tiempo -- puedes ver cómo la gente se tira en plan lagarto a tomar el sol por toda una ladera que discurre por todo el lateral del parque. En la parte de arriba hay unos columpios gigantes que algún día tengo que probar: subirse y encanarse al máximo para llegar cuanto más alto posible. Esa es la cuestión.
Lo mejor de todo es que conforme te vas dando una vuelta por el parque, te vas encontrando con un montón de grupos de música, bandas de percusión, raperos, artistas de todo tipo, etc. Para mí es lo mejor del parque. Puedes escuchar música de calidad sin pagar un chavo -- si nunca les echas monedas, como yo --, a la vez que ellos se dan publicidad, venden algún disquillo, y se dan a conocer. Tengo que empezar a no ser tan gorrón y comprarle algún disco a alguien, que hay algunos grupos realmente muy buenos.
Una vez entras en el mercadillo, puedes encontrar miles de cosas. Desde una colección inmensa de discos de vinilo, los cuales puedes comprar desde dos euros, hasta la mayor tontería que se te pueda pasar por la cabeza. Este finde le decía a mi hermano y a Gema que intentaran hacer el "top ten" de las mayores mierdas del mercadillo. Imposible, siempre encuentras algo peor que lo anterior.
En el mercadillo también se puede comer. Puedes encontrar casi de cualquier cosa: salchichacas -- por supuesto --, kebaps, sopas, comida vegetariana, pasteles árabes, filetes de carne, etc. y todo tipo de bebidas y cócteles. También hay una zona habilitada para que puedas comer sentado con lo que te hayas comprado por cualquier puesto, y descanses un poquico.
Pero sin duda, la mayor atracción es el karaoke. Un día a un colgado y dicharachero personajillo -- muy espabilado y con mucha labia, por cierto -- se le ocurrió llevarse un par de altavoces, un par de sombrillas y un ordenador, y montarse un tambanillo de karaoke en Mauerpark. La cosa fue mejorando hasta convertirse en lo que podéis ver en las fotos.
Creo que podéis apreciar la cantidad de gente que va a ver el karaoke. Mirad en qué se ha convertido el chiringuito. La verdad es que te lo pasas de lujo, porque son muchos los que bajan ahí y se atreven a cantar. Hay algunos que son unos muermos, o que cantan como el culo, pero otros mueven a la gente, que es cuando más mola. El que consigue camelarse al público puede hacer que todo el mundo cante, o que le aplaudan los gallos, o simplemente que te ayuden si ven que la canción se está poniendo complicadilla. Luego, los comentarios del speaker son también bastante buenos -- eso sí, en inglés --, ya que no se corta mucho al decirle a la cara a los cantantes, por ejemplo, que no tienen ni papa de cantar. Sin duda alguna, echas un buen rato y bastantes risas.
¿Y el negocio? El tío pasa el bote cada dos o tres canciones, así que a euro por cabeza más o menos, echadle cuentas.
Peter,porque estaras poco tiempo,q si no,ponemos al lado de Karaoke un puesto de POSTRESCHINOS y barremos!!!!!jjjjjjkisessss guapo!
ResponderEliminarLo confirmo... de lo mejorcito del viaje... impresionante
ResponderEliminarPues se le junta peña en el karaoke, debería buscarse un par de empleados que le pasen el bote por las filas superiores que así está perdiendo perras!!!
ResponderEliminarMe uno a María José, vamos a ver algún transportista que suba todas las semanas y cargamos un palet de Postrechinos y ponemos un puesto, pero se tiene que venir ella a venderlos conmigo que seguro que entre los dos nos camelamos al personal!!! jejejejeje
Es que te crees que no los tiene? tiene a una tía operando lo que viene a ser el tema técnico, y a otro que realmente no sé qué hace. Pero el bote lo pasa él.
ResponderEliminarCreo que sería poco ético que seas tú el que pidas, y encima tengas a un empleado para que te pase el bote.
Respecto a lo de los postrechinos, allí hay gente que hace sus propias tartas o bizcochos, de los cuales puedes comprar un trozaco del tamaño que quieras. Lo de los postres triunfaría, pero se nos presenta un gran problema de logística ;-)
me parece que nos vamos a conformar con vender POSTRECHINOS en P.L. y los alrededores,...solo me faltaba que mi Eze se fuera a Berlin,...jejejjejejjeje,... me encanta el mercado, pero solo es los domingos no??? tenemos que enterarnos si en verano lo hacen más dias???? besossssssss
ResponderEliminar