Quién me iba a decir a mí que mi primer post después de volver de España sería para cagarme -- sí, de hacer caquita -- en Iberia. Esa gran compañía que ya me hizo la pinza al reservar un vuelo para ir a España, y que ahora me la vuelve a hacer dejándome tirado en Madrid. Gracias a tus eficientes trabajadores, Iberia, has chafado muchos de los planes que tenía previstos solucionar esta noche y mañana. El balance asciende a lo siguiente: no llego a Berlín esta noche, llegando mañana a la hora de comer, lo que me obliga a dormir fuera de mi casica nueva, a pegarme un madrugón, y a alargar casi veinticuatro horas mi viaje hacia Berlin pierdo un día de trabajo (eso no es malo del todo ;-) no llego a recoger las llaves de mi nuevo piso, y ahora tengo que esperar hasta mañana a las diez de la noche, con una maleta de 23 kg, hasta que mi vecina llegue de trabajar no tengo muda, aunque cierta gracia no divina ha hecho que echara un paquete de calcetines en la mochila, ya que se me olvidó m